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Punky porque sí

Punky porque sí

Hoy, al levantarme, me he sentido bien por primera vez en mucho tiempo. Me he levantado con la certeza de que me voy a comer el mundo. No sé si será hoy o mañana o pasado...incluso el otro. Pero me voy a comer el mundo. Sé, también, que me puedo atragantar con él muchas veces. Pero también es cierto que sé que puedo contar con las palmadas en la espalda necesarias por parte vuestra, los colegas, para dejar de toser cuando eso ocurra.

Me he dado cuenta de que no hay que mirar los contras antes de hacer las cosas. Esos ya vienen solos, ya te los encuentras por el camino quieras o no. Mirar los contras no te deja ver bien los pros. Prefiero estar algo ciego, actuar y caer a no estar de pie nunca y estar siempre agachado a verlas venir.

El que hoy me haya levantado así no se debe al azar, creo ni siquiera es por un cambio hormonal de la primavera. Ayer tuve una cena con la que en los ultimos tiempos se ha convertido en una colega muy importante para mi. Me ha insuflado vida. Me ha hecho abrir los ojos en muchos aspectos. Gracias a sus palabras vitaminadas me ha vuelto una naranja rebosante de rico, dulce y potente zumo para dejar de una vez de ser una naranja seca. Estoy harto de miedos y de pensar constantemente con respecto a todo "no puedo". ¡¡Claro que puedo!! Y si alguien o algo no me deja que se prepare.

No haré más caso a los de fuera que al de dentro que soy yo. El pensar en las consecuencias para los demás no hace más que limitarme y el no hacer caso a eso, en cierta medida, creo que es bueno. Si alguien se tiene que enfadar conmigo lo soportaré si tiene razón para hacerlo o me enfadare tanto o más que él si no la tiene. Lo que no puedo hacer es no hacer nada por miedo a la reacción de los demás. Si no me muevo tampoco sabré nunca cual es su reacción. En definitiva, hay que moverse para que las cosas no estén estáticas. Y mi primer paso va a ser este, plasmarlo todo en palabras para poder leer lo que realmente pienso cuando me entren dudas.

Podreis decir que mi actitud es un poco egoísta y punky. Sí, ¿y qué? ¿algún problema?

La rueda que se abre y se cierra

La rueda que se abre y se cierra

Odio citar o parafrasear a alguien. Siempre me ha sonado bastante pedante además de barato: Pero es que en este caso me viene que ni pintado para ilustrar lo que quería decir en Amor en plural. Quiero que leais este fragmento:

"Celos. Palabra extraña, sobre todo cuando estás mirando a la masa, cuando ves los apareamientos fortuitos, cuando comprendes que los que ahora van cogidos del brazo lo más probable es que se separen dentro de poco. Me importaba tres cojones cuántos hombres estuvieran enamorados de ella, con tal de que yo formase parte de la rueda. Sentía pena de ese hombre, pena de que fuera víctima de los celos. En mi vida había sentido celos. Quizá nunca hubiera querido suficiente. (...) Tener una mujer, tener cualquier cosa, en realidad , no es nada: la vida con una persona es lo que importa, o la vida con las posesiones. ¿Se puede seguir siempre enamorado de personas o de cosas? Igual había reconocido que aquel hombre estaba enamorado locamente de ella: ¿Qué diferencia podía suponer eso para mi amor? Si una mujer es capaz de inspirar amor a un hombre, debe ser capaz de inspirarlo a otros. Amar o ser amado no es un crimen. Lo verdaderamente criminal es hacer creer a una persona que es la única a la que podrías amar nunca."

Sexus de Henry Miller

Creo que esto explica bastante bien lo que yo quería decir el otro día. Con esto y un bizcocho me voy a dormir que mañana curro a las 8

Besitos pa to diooooooooos!!!!

Platón y su tren matutino

Platón y su tren matutino

Me hundo en las profundidades pélvicas de una mujer de quien no puedo distinguir el rostro. Su dulce quejido se transforma paulatinamente en un sonido horrible, constante y repetitivio. Ya no parece el gemido de la mujer que me estaba haciendo pasar una de las noches más memorables de mi vida. Más bien diría que parece...parece...¡Mierda! ¡El maldito despertador! Lo apago como quien apaga un cigarro que le acaba de quemar los labios, con rabia. Miro la hora queriendo pensar que nos son las seis y cuarto de la mañana pero nada. Cada mañana, cuando me levanto, es la misma hora y por más que me concentro en que eso cambie (dicen que querer es poder) no consigo ningún resultado. A partir de ese mismo instante empieza mi carrera para coger el metro. Me levanto, me desperezo y voy corriendo dando saltos en calzoncillos por toda la casa hasta la ducha, tirito de frío. - Sí, ya lo sé, me tengo que comprar un albornoz y unas zapatillas de una vez- me repito cada mañana. Enciendo el calefactor del lavabo, la sensació de frío no desparece. Estornudo tras estornudo, abro el grifo de la ducha. Espero a que se caliente mínimamente el agua y me ducho entre legaña y legaña, entre bostezo y bostezo y entre estornudo y estornudo. Me seco, me afeito y me visto dentro del baño ahora que ya está caliente. Son las 6:35. Me quedan diez minutos para ir a coger el metro. A buen paso puedo estar allí perfectamente en tres. Cojo la chaqueta del perchero, me cuelgo la bolsa en el hombro contrario. Controlo que todo esté en su sitio mientras voy apagando las luces de la casa. Repaso mentalmente y me voy palpando: llaves, en su sitio. Móvil, tambien. Tabaco...gafas...diskman..Sí, todo en su sitio. Cierro la puerta de casa. Cuatro vueltas a la cerradura de arriba, una a la de en medio y otra a la de abajo.

Son las 6:38.Bajo las escaleras ágilmente, me doy cuenta en ese momento cada mañana de que actuo como un autómata. Para no pensar demasiado en ello me enchufo el diskman cualquier cosa animada que me mantenga más o menos despierto (desde jamiroquai a dream theatre pasando por superskunk, faith no more o m-clan). Salgo por la puerta del portal. Noto el intenso y húmedo frío de barcelona en la cara. Camino rápido, mirando al suelo. A esas horas no hay demasiadas cosas que mirar, y ya me las sé de memoria. El camión de la basura que hace su patrulla matutina, el quiosquero que tiene la persiana entreabierta y las luces encendidas, está montando la parada. El resto de la calle está desierta y lo único que percibo es mi música, el tono naranja de la luz eléctrica de la calle, el curioso y repetitivo dibujo de la acera y el frío gélido que golpea mi cara y mis achinados y todavía inflados ojos. Bajo por la boca del metro, me invade la bocanada de aire caliente del subsuelo. Siempre me sugiere algo pero nunca tengo tiempo de pensar en qué. Hoy no me puedo colar, está la revisora con dos seguratas mirando. Miro la hora: 6:41. Decido esperar a ver si se van para poder colarme, después de todo todavía me quedan cuatro minutos. Pasan dos minutos, parece que hoy no tienen muchas ganas de trabajar. Se van. Supongo que hoy me hacen la vista gorda, al fin y al cabo nos conocemos. Creo que siempre hemos mantenido unos diálogos con la mirada bastante extensos para tratarse de diálogos de un par de minutos. Algunos día les convenzo y se van y otros días me convencen ellos a mi y paso la tarjeta por el lector. 6:44. Bajo las escaleras hasta el andén, está llegando el metro en ese mismo instante. Entro. Hoy no me pdoré sentar, ya hay gente que, como yo, va a trabajar a estas horas. Cada uno con su pequeña historia y su particular mundo. Todos juntos en unos veinte metros cuadrados. Sin embargo, nadie dice nada. Todos miramos al suelo. Logro distinguir el pitido que anuncia la siguiente estación de entre la música de mis auriculares. Paramos. De entre toda la gente que ha subido hay una chica. Es preciosa, me extraña que sea la primera vez que la veo. Hay unos cuantos que somos ya habituales y más o menos nos conocemos. Me gusta su manera de coger el asidero. Es elegante. Es morena con el pelo largo. Una trenza de hilos de muchos colores le llega hasta la cintura. Aunque se ha puesto de espaldas he podido distinguir unos ojos negros preciosos que resaltaban todavía mas su piel morena. He podido distinguir que lleva una carpeta de la universidad en las manos. -Iremos juntos todo el trayecto- Pienso para mi contento. Su abrigo no me deja distinquir en cambio su figura. La verdad es que promete. Desde ese instante clabo mi mirada en su nuca a ver si por casualidad se gira. En un momento dado del trayecto lo consigo, se gira y me ve. Cruzamos la miradas por un instante. Necesito que las crucemos otra vez así que la sigo mirando sin disimulo alguno. Me vuelve a mirar, sonrío. Agacha los ojos. Sigo mirando, me vuelve a mirar, sonrío. Me sonríe. Intento reaccionar como sea para no quedarme con la cara de tonto que seguro le estoy enseñando. Se me ocurre darle los buenos días con la cabeza. No me los devuelve. El corazón se me va a salir del pecho. Me da la sensación de que todo el vagón late y me pongo rojo. Llegamos a la estación. Voy detrás de ella y para mi delirio compruebo que va a coger los ferrocarriles como yo.

Tengo que hacer algo. Esto no se puede quedar aquí. Me ha sonreído. Eso significa que le gusto. No lo sé, quizás solo significa que le ha gustado que la sonría, siempre está bien que te sonrían. Quizás no significa nada, quizás me lo he imaginado. Seguro que si le digo algo piensa que soy un baboso. No, claro, depende de lo que le diga. ¿Qué le digo? vamos piensa... Me agobia la música. Bajo el volúmen.

7:12. Llegamos al andén del ferrocarril. Quedan tres minutos para que pase el tren. Me pongo al lado suyo. Esta vez sin mirarla. A ver si al final va a pensar que soy un salido. Me recrimino el no tener más autoestima, más morro en definitiva. Llega el trén. Entramos por la misma puerta. Veo que se encamina a un asiento y que hay un al lado que está vacío. Voy casi a zancadas hasta allí. Me quito la chaqueta, desconecto el diskman. Me siento, saco un libro. Hago ver que leo aunque en realidad estoy totalmente pendiente de cada uno de sus movimientos. A ratos juega con su trenza multicolor, a ratos con su pelo. Todo esto mientras hojea unos apuntes. Veo que son de algo relacionado con biología. Hmm una bióloga...me gusta. Coge el móvil y llama a alguien, no se a quien puede llamar a estas horas. ¡Me encanta su voz! Es dulce pero no empalagosa. Suave, tranquila. Nada estridente. Definitivamente me gusta. La oigo hablar bastante rato. Habla en castellano. No es de aquí. Me entero de que ha venido a estudiar hace muy poco y está buscando piso. Pienso en que yo tengo piso. Pienso en que tengo una habitación libre. Necesito romper el hielo de alguna manera y creo que sería una buena forma. Espero muy impacientemente a que acabe su conversación telefónica, se alarga demasiado. diez minutos y sigue hablando. Me imagino que debe tener dinero si cada una de sus llamadas es así. Me entero de que es valenciana. Nunca he conocido a nadie valenciano. Tengo curiosidad. Sigo esperando y me fijo a través de las ventanas en que por fin se está haciendo de día. Odio levantarme cuando aún es de noche y llevo haciendolo los últimos dos años.

Por fin cuelga el teléfono. Nervios, pálpitos. Ha llegado el momento de romper el suelo. Estamos llegando a Sant Cugat. Solo faltan 3 paradas más, es decir unos doce minutos. Lo tengo que hacer ya pero no me atrevo. Cuando giro mi cabeza hacia ella y me dispongo a escupir mi propuesta empieza a hablarme ella. Me descoloca. No entraba en mis planes. Me dice que le gusta la zona que ve por la ventana y me pregunta si como están los precios por aquí. Lo único que se me ocurre responder, siempre con cara de tonto, es que mis padres viven allí y que es bastante caro. Joder, ya he vuelto a quedar como un pijo de mierda de Sant Cugat. Parece que se da por satisfecha con mi respuesta y gira la cabeza hacia la ventana. Ya no existo para ella. Decido que no se puede quedar así. Le digo que no pude evitar escuchar su conversació telefónica y que estaba pensando que yo tengo una habitación libre en casa, que necesito pagar el alquiler. Me pregunta donde esta. Le intento explicar más o menos la zona en la que está y me contesta que buscaba preferentemente algo por el centro. El resto de la conversación sinceramente no lo recuerdo. Solo recuerdo sus ojos y sus preciosos labios sonrientes. 7:45. Llegamos a la estación de la universidad. Bajamos los dos. Querría invitarla a un café pero tengo que ir a trabajar. Nos despedimos. Ella con un encantada y yo con un hasta la vista lo más sugerente que puedo. Quiero pedirle su número de teléfono. Como siempre no me atrevo.

7:50. Ando deprisa pensando en su preciosa cara, su preciosa voz, su pelo negro, su trenza multicolor y repasando mentalmente toda la conversación que ya se me ha olvidado. Sé que seguramente no la volveré a ver. Llego a mi puesto de trabajo. Son las 8:00. Me siento y entono la frase más pronunciada por mi en este ultimo año: ¿Emergencias 112, dígame?

Sentada del revés

He estado hablando con el reflejo de mi espejo
Está cansado de verte así de lejos
Dicen mis sábanas que quieren,
que quieren conocerte
Si es jugando con...
contigo les encántaría deshacerse

Y las horas no pasan en balde
Esto se enfría, yo no sabía
No quería enfrentarte
Si me das algo de margen
Yo tan solo quiero enseñarte
que no vale la pena pasar una pena
Si a penas te dieron tiempo

Tiempo de sonre...
tiempo de sonreir
Tiempo de sonre...
tiempo de sonreir

Me preparo para hablarte sin ningún reparo
pero entonces apraeces
y solo soy capaz de decir memeces
como siempre, me quedo a un lado
simplemente bloqueado
pero no desconecto y ya solo...
ya solo te miro y..

te miro y siempre te veo sentada del revés
te miro y pienso en lo que no hice aquel amanecer

(esta es mía :p )

Dos

Dos

Si yo me encuentro bien
Si tú también
Si no hay nada alrededor
Si no hay nada mejor
¿Por qué intentar disimular?
Si no hay nada que ocultar
Donde hay dos sobra lo demás

No puedo parar
No puede esperar
Hay que cogerlo y dejar de pensarlo
Subirse o bajarse y dejar de esperarlo
No sé qué es lo que hiciste ayer
Tal vez no lo quiera saber
Quizás no necesito más
Ya estoy donde quiero estar

¿A mi qué más me da si les parece bien?
¿Y qué más nos da?
Siempre hay quien piensa que está mal
Me da absolutamente igual

Ya está, ya está
otra vez aquí
Ya llegó, ya llegó
Y viene a por mi
Ya está, ya está
Lo veo venir
Esta vez no me voy a mover de aquí
Ya está, ya está

Tenemos que crecer
para que nos salga bien
Aunque nos pueda hundir
nos puede hacer flotar
No hay nada que temer
No hay nada que perder
No hay nada peor
que lo que pudo ser y nunca fue

Actuar de forma natural
Saber dejarse llevar
Habla claro y no mentir
No se qué puede salir mal

¿A mi qué más me da si les parece bien?
¿Y qué más nos da?
Siempre hay quien piensa que está mal
Nos da absolutamente igual

Ya está, ya está
otra vez aquí
Ya llegó, ya llegó
Y viene a por ti
Ya está, ya está
Lo ves venir
Esta vez no te vas a mover de aquí
Ya está, ya está

Quiero ser el afortunao
que ha estao a tu lao
cuando más lo has necesitao

Es parte de ti es parte de mi
lo hicimos los dos
y lo vamos a compartir

Estoy a quí para mal o para bien
Confía en mi yo confiaré también

Quiero ser el afortunao
que esté a tu lao
Yo ya lo he pensado bien
Yo ya lo he pensado bien

Porque iba por el mundo andando sin rumbo
Iba dando tumbos, contando los segundos
Hoy camino bajo el sol, sé dónde estoy
Cada paso que doy me acerca a donde voy

Iba por el mundo andando sin rumbo
Iba dando tumbos contando los segundos
Y hoy camino bajo el sol, sé dónde estoy
¡Cada paso que doy me enseña a ser quien soy!

(super skunk)

Amor en plural

Amor en plural

¿Quién fue el estúpido que dijo que el corazón de una persona solo puede ser de otra persona?
¿Por qué no de varias?
¿Por qué no de todas?

Cuando te mire a los ojos y le vea a él pensaré qe me quieres porque así me lo demuestras.
Cuando tus besos me sepan a él seguiré pensando que me quieres porque así me lo demuestras.
Nunca me defraudarás porque no estás obligada a nada.
Nunca me defraudarás porque no espero nada.
Solo creo en el amor que siento.
Solo creo en el amor que sé que sientes.

El amor no es cosa de dos, siempre de uno más uno.
Una persona que quiere, otra que se deja querer y al revés.
En algunos momentos la una encuentra a otra.
La otra, a su vez, a otra más...
Y, así, el círculo parece no cerrarse. Pero da igual.
Si la una quiere y la otra también, se vuelven a cruzar cuando lo desean.
Siempre uno más uno que no son dos.

¿Quién fue el estúpido que dijo que el corazón de una persona solo puede ser de otra persona?
¿Por qué no de varias?
¿Por qué no de todas?

Chispa

Chispa

¿No os ha pasado nunca que estais haciendo cualquier cosa, lo que sea y de golpe os acordais, sin motivo alguno , de una persona que puede que haga muchísimo que no la veis, que en estos momentos está fuera de vuestras vidas? A mi me pasa a menudo. Depende del momento, la llamo al instante o lo dejo pasar y eso me parece curioso. Todo depende de un instante, de un impulso...como si hubiera una chispa que cuando se enciende hace que el recuerdo de esa persona sea tan fuerte que necesites verla en ese mismo instante. ¿Cuándo y por qué surge esa chispa? No lo sé... ¿Retroceder en el tiempo para corregir errores y retomar otras ramas de las bifurcaciones en el camino? puede que sí...¿Simple añoranza? Quizás...

El caso es que la mayoría de estas veces en que ha surgido el chispazo y he acabado reencontrándome con las personas que necesitaba ver , por algún motivo extraño, el contacto con ellas siempre ha sido frío y decepcionante...normalmente las conversaciones han parecido concursos para ver quien había hecho más cosas, a ver quien había tenido más relaciones, a quién le habían ido mejor en los estudios...en definitiva competiciones que creo que se dan cuando no existe una amistad real. Más que de amistad, siempre se ha tratado de ribales que se han estado midiendo contínuamente y nunca se habían apercibido de ello hasta que ha pasado el tiempo y lo han visto con la distancia necesaria. "Cita" tras "cita" he acabado desengañado de este tipo de encuentros y he acabado siendo reacio a tenerlos. Prefiero guardar el recuerdo que tenía de esas personas en su contexto y su momento.

El otro día, en cambio, re-conocí a una persona que me sorprendió en este aspecto. Después de no haberle contestado algún mensaje por culpa de mi dejadez la encontré en su puesto de trabajo con su sonrisa y sus ojos cálidos de siempre. Quería que se me comiera la tierra, no paraba de pensar en los mensajes que no había contestado...en las veces (que han sido muchas) que se había encendido la chispa y había dejado que se apagase por miedo a la decepción de la que he hablado. Me acerqué y no observé el menor asomo de rencor en sus ojos, cosa que me tranquilizó. Nos hicimos el pequeño resúmen de rigor de nuestras respectivas vidas que todos tenemos preparado por si nos preguntan las dos fatídicas palabras después de tanto tiempo: ¿Que tal?
(yo nunca he tenido este resumen bien preparado. Nunca se si darme por contento con un simple "bien, tirando" o extenderme explicando mis problemas, inseguridades y paranoias varias...en fin) Me sorprendió la naturalidad con la que hablábamos los dos y las ganas que teníamos de volver a vernos. Desde ese día nos hemos visto unas cuantas veces más y en ningún momento me ha defraudado. Siempre como antes de separarnos.

Supongo que es en estas situaciones cuando diferencias con quien tienes una buena amistad de la persona con la que simplemente eres un compañero de circunstancias pasajeras...

encefalograma plano

encefalograma plano

Pos na, que hoy estoy estéril de ideas...pero como no puedo dejar de escribir algo cada dían en mi blog...estas dos lineas son para todos vosotros!!! va por uhtedeh!!!!:

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Don Quijote de la Banda

Don Quijote de la Banda

En algún lugar del Vallès de cuyo nombre no quiero acordarme se encuentra un auténtico Don Quijote del siglo XXI. ¿Cómo se entiende que exista alguien que pueda creer que se asemeja a este caballero andante curtido en mil batallas imaginarias? Nadie lo sabe, ni él mismo es consciente de ello. A la vista de los demás es un hombre, a veces cabizbajo, a veces sarcástico, un tanto rutinario...incluso, en algunos momentos, él mismo lo ha llegado a creer. Nadie como yo le conoce realmente. Es alguien extremadamente tenaz, valeroso y aguerrido. Simplemente nunca ha tenido la oportunidad de demostrarlo. Le toman por loco cuando dice que es el cantante de la banda de funk con más groove a este lado del reino de las españas. Le toman por loco por pensar que algún día muchísimas gentes cantarán y bailarán las canciones que escribió una mañana cualquiera en el retrete mientras hacía sus necesidades menos honrosas. Le toman por loco en definitiva por tener una ilusión, una esperanza, algo a lo que agarrarse para no caer al suelo en este mundo desquiciado en el que no hay tiempo para soñar. Es cierto que de momento todo esto solo existe en su cabeza. Lo que no saben los necios que le toman por loco es que el primer paso para ser algo no es quererlo sino creerlo. Si uno no quiere sino que cree ya no se le puede arrebatar su sueño porque en lo más íntimo de su ser ya se ve cumplido, y con eso ya basta. Tiempo al tiempo...

clases de guitarra y líos mentales

clases de guitarra y líos mentales

A veces la sinceridad puede llegar a ofender, a cambiar las cosas, a crear malos rollos. Espero que después de este post esto no ocurra por que me voy a arriesgar a ser sincero. Eso sí, te ruego que, si por lo que sea te cabreas al empezar a leerlo, lo acabes por favor.

Te conocí cuando, después de mucho tiempo, volví al bar de siempre. Tu servías y cantabas fito porque te gustaba cantar fito. Yo bebía con un colega y cantaba fito porque veía que te gustaba cantar fito. Quería que me oyeras y no me oías. Así que me puse a intentar llamar la atención de la única manera que sé llamar la atención. Me puse a simular que tocaba la batería de ese tema, es raro pero yo soy así. Me echaste un par de miradas y me di por satisfecho mientras le iba diciendo a mi amigo: Joder tio, ¡¡esa camarera es preciosa!! (comentario que estoy seguro que habrán dicho mil veces de ti en ese mismo bar y en muchos otros, pero ese es otro tema). Nos fuimos del bar y a la salida me cagué en todos mis muertos por no haber dejado nada de propina...Desde ese día estuve unas semanas buscando cualquier excusa para volver al bar aunque sin éxito hasta que un día, por fin, volví allí con mi hermana. La escena se repitió: misma canción y tu canctabas, misma canción y yo cantaba...esta vez sí que me oíste. El problema fue cuando te acercaste y me dijiste que te gustaba como cantaba. Toda la seguridad que intenté acumular esos días se desmorono tal y como pronunciaste la primera palabra. Me quedé embobado mirando esos ojos bonitos que tienes. Solo supe quedarme con cara de tonto y decirte que tenía un grupo y no se qué chorradas mas...en definitiva, nada que diera pie a más conversación. Te volviste y, como es natural ya que estabas trabajando, te pusiste a servir a unos clientes que acababan de llegar. Pensé que debían estar muertos y menté a toda su familia en silencio. Cuando mi hermana se cansó de estar en el bar nos fuimos.Salí de allí blanco pero contento...después de todo había conseguido hablar contigo. Otra vez, me acordé de que no había dejado nada de propina, ¡mierda!. A la tercera va la vencida y a la tercera me lo tengo que montar de alguna manera para quedar con ella, pensaba los días siguientes. Efectivamente volví unos días mas tarde, esta vez con mi hermana y una muy buena amiga del curro. Después de estar pinchando un rato al propietario del bar, me dijo que la camarera en cuestión, es decir tú, tenía una guitarra pero que no sabía tocarla y quería un profesor. No cabía en mi de felicidad a la vez que de nervios... Te imaginaba con una guitarra entre los brazos y a mi sentado muy cerquita tuyo cogiéndote de la mano para enseñarte a hacer tu primer acorde. ¡Te iba a desvirgar musicalmente hablando! Me acerqué a la barra. Me armé los pulmones de valor y me propuse como profesor, siempre mirándote a los ojos a ver si los tuyos me decían algo..."Tengo el radar desafinado" pensé para mi, no vi nada en ellos. Aceptaste, buf, demasiado para mi...

Fase 1: enagenación mental

Yo era feliz pensando que el hecho de que aceptaras mi propuesta de darte clases significaba muchas cosas más. Desde un polvo hasta el ser la madre de mis hijos, qué se yo... mi capacidad para fantasear siempre ha sido bastante grande. Me desanimé un poco al ver que costaba tanto quedar contigo para darte una clase. De todas formas insistí y obtuve mi primera clase como profesor de guitarra. Lo tenía todo pensado calculado y estudiado. La primera clase tantearía el terreno pero no haría nada más. Lento pero seguro, a la par que elegante. Suponía que en la segunda o tercera clase entraría a matar. Aunque hubiera la guitarra de por medio daba igual, la iba a romper si hacía falta para besarte. Llegó la primera clase, como siempre me rajé y me sorprendiste. Para mi, pasaste de ser una camarera enrollada y guapísima a ser una tía con inquietudes literarias y mas guapísima todavía. Me encantó y descolocó muchísimo. La segunda y tercera clase te fui conociendo más y a medida que me explicabas más de ti menos convencido estaba de que quisieras estar conmigo. Pero yo seguía ahí, enajenado y embobado por esos ojos oscuros y profundos.

Fase 2: bienvenido a la tierra

Todo iba despacio pero todavía me quedaban esperanzas. Seguía habiendo buen rollo y me resignaba a creer que no querías nada conmigo. Conseguí tu mail y hablando contigo en el messenger iba conociendo más y más tu lokura. Me atrapabas con cada frase. Una noche que no tenía pensado hacer nada me propusiste ir a tomar algo por la noche. Dada mi fértil imaginación pensaba que lo de la copa era un pretexto y a la vez un preámbulo de lo que tenía que venir después (los tíos somos así de simples). Pensaba eso incluso cuando me dijiste que vendrías con tu amiga, me engañaba creyendo que era un arma de defensa. Que la amiga era una excusa para salvarte las espaldas de tus propios miedos. Pensaba que quizas no existía tal amiga. Mi sorpresa fue cuando llegué al sitio donde nos habíamos citado y comrpobé que lo de la amiga era real, y no solo era real sino que hablábais entre vostras, os reíais entre vosotras y yo estaba ahí sin saber qué decir, yo no pintaba nada y eso no pintaba nada bien. Pero yo me seguía engañando. Otra noche me invitaste a regañadientes a ver una película en tu casa. Volví a caer en mi paranoia. Tu amiga estaba otra vez allí, lo siento por lau pero esos días la odiaba. Supongo que también la odiaba porque creía que ella me veía más el plumero ;) En fin, que vimos la MIERDA de película que llevé y estuvimos hablando toda la noche. Allí me di cuenta de que no te gustaba pero lo más importante para los dos es que me di cuenta de que ni me gustabas realmente ni me convenías, lo siento es así. Demasiados problemas para mi corazón novato. Eso sí cada vez más me parecías una tía de puta madre. Salí de allí con una extraña mezcla de decepción por haber perdido una posible relación pero muy contento (y no sabes cuanto) por haber conocido a la verdadera tú.

Fase 3: amics per sempre lailolailolailolaaaaaaaaaai

Na, que desde entonces...ya te lo he dicho muchas veces, me alegras el día cada vez que te veo en el messenger o quedamos. Que creo que eres una tía cojonuda. Que me gusta tu punto de lokura. Que me gusta como escribes. Que me gusta como tratas a los colegas (me incluyo). Que me has entrado muy dentro. Supongo que me sigues gustando, de otra manera claro. Que te quiero mucho y que espero que sigamos siendo colegas mucho mucho mucho tiempo. Un besazo asíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii de grande se merece la loka más cuerda de todas las que he conocido. :*

Pd: Espero que encuentres al acróbata que sepa caminar por tu corazón equilibrista de una vez por todas. Mientrastanto estaré ahí por si hay que hacer de red pa que la caída sea lo menos dura posible.
Pd2: No se bailar salsa!!! tampoco lo pretendo!!!! no más mojito por favooooor!!!! jajajajajajajajjajajajajajajajajajajjaja

Página en blanco

Página en blanco

A veces me siento lo suficientemente fuerte como para coger las riendas de mi creatividad y ponerme a escribir. Me levanto del sofá. Corro por el pasillo antes de perder la fuerza y mientras tanto pienso en lo magnífica que va a ser mi obra, el reconocimiento y prestigio que va a tener y, en definitiva, lo bueno que va a ser el escrito que en breve haré. Busco un papel en blanco y un boli con la desesperación del drogodependiente que busca su droga. Sufro mi particular síndrome de abstinencia. Encuentro el maldito papel y el maldito boli. Corro de nuevo por el pasillo hasta la mesa del salón. Esta vez con la sensación de que he tardado demasiado en coger el papel y de que la chispa de creatividad se ha esfumado como se esfuma el agua entre las palmas de la mano. Con la sensación del músico sordo que se dispone a interpretar una melodía que sabe que nunca sabrá como suena. Me siento. Me acomodo, crujiendo todo los dedos de mis manos uno a uno como advirtiéndoles de que de ellos dependo. Coloco el folio ante mi y cojo el bolígrafo. Un segundo, dos segundos, tres segundos....ninguna idea....diez segundos....nada. Decido que necesito un cigarro. Me levanto y me dirijo a la chaqueta colgada del perchero. Del bolsillo interior saco el paquete de tabaco y en el lateral busco el mechero. Mierda, no está...me dirijo a la cocina y cojo las cerillas. Vuelvo a la mesa. Me siento, enciendo la cerilla, enciendo el cigarro y le doy una profunda calada. La bocanada de humo es inmensa y el hilo de humo que sale del cigarro hipnotiza, mientras la página sigue en blanco. Cuando le doy la segunda calada al cigarro miro hacia abajo; y al ver el folio me doy cuenta de que me estoy enfrentando a un mundo. Mejor dicho, a muchos mundos, o mejor dicho a todos los mundos posibles en mi mente. No es una hoja en blanco. Soy yo mismo el que está ahí indeciso como siempre. Hay infinitas palabras esperando a ser entrelazadas para formar las trenzas que yo quiera que formen. Simplemente no se muestran porque no las cojo. Me doy cuenta de que siempre me he dedicado a pensar en los mejores cestos de mimbre en vez de encontrar los hilachos de mimbre mas pequeños para ir tejiendo poco a poco. Apago el cigarro. Cojo otra vez el bolígrafo y escribo la primera palabra... mi página ya no está en blanco.

Naranja exprimida

Naranja exprimida

Ante todo saludo a todo aquel que este leyendo estas líneas. Voy a plantear algunas preguntas: ¿Qué nos empuja a cada uno de nosotros ser como somos? ¿Qué me empuja a mi a preguntármelo? ¿Soy alguien extraño por preguntarme cosas que creo que nadie se pregunta? ¿Qué me empuja a escribir mis rarezas para que las pueda leer quien quiera? ¿Qué te empuja a ti a estar leyendo esto? Yo creo que la razón se puede explicar a través de las naranjas y sus zumos. Nosotros, igual que las naranjas, estamos formados por la pulpa que nos protege y a la vez nos limita, su jugo, que es lo que nos forma realmente y sus pepitas, trocitos de algo que no nos deja ser nosotros mismos. Cuando exprimimos la naranja nos estamos liberando de nuestra cáscara para ser nosotros mismos, puros, sin forma. Nada de continente, solo contenido. Solo la esencia para ser directamente bebidos por quien quiera bebernos. Nos volvemos dulces y ácidos a la vez.

Al empezar a escribir en este blog lo que quiero es exprimirme, dejar de estar contenido en una cáscara. Despojarme de la piel que me contiene no tanto para vosotros como para mi mismo. Descubrir mis pepitas y dejar constancia de ellas. Ser más yo al fin y al cabo. Si es que yo soy yo o puedo ser más yo de lo que ahora soy, eso ya vendrá...