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zumodenaranja

Página en blanco

Página en blanco A veces me siento lo suficientemente fuerte como para coger las riendas de mi creatividad y ponerme a escribir. Me levanto del sofá. Corro por el pasillo antes de perder la fuerza y mientras tanto pienso en lo magnífica que va a ser mi obra, el reconocimiento y prestigio que va a tener y, en definitiva, lo bueno que va a ser el escrito que en breve haré. Busco un papel en blanco y un boli con la desesperación del drogodependiente que busca su droga. Sufro mi particular síndrome de abstinencia. Encuentro el maldito papel y el maldito boli. Corro de nuevo por el pasillo hasta la mesa del salón. Esta vez con la sensación de que he tardado demasiado en coger el papel y de que la chispa de creatividad se ha esfumado como se esfuma el agua entre las palmas de la mano. Con la sensación del músico sordo que se dispone a interpretar una melodía que sabe que nunca sabrá como suena. Me siento. Me acomodo, crujiendo todo los dedos de mis manos uno a uno como advirtiéndoles de que de ellos dependo. Coloco el folio ante mi y cojo el bolígrafo. Un segundo, dos segundos, tres segundos....ninguna idea....diez segundos....nada. Decido que necesito un cigarro. Me levanto y me dirijo a la chaqueta colgada del perchero. Del bolsillo interior saco el paquete de tabaco y en el lateral busco el mechero. Mierda, no está...me dirijo a la cocina y cojo las cerillas. Vuelvo a la mesa. Me siento, enciendo la cerilla, enciendo el cigarro y le doy una profunda calada. La bocanada de humo es inmensa y el hilo de humo que sale del cigarro hipnotiza, mientras la página sigue en blanco. Cuando le doy la segunda calada al cigarro miro hacia abajo; y al ver el folio me doy cuenta de que me estoy enfrentando a un mundo. Mejor dicho, a muchos mundos, o mejor dicho a todos los mundos posibles en mi mente. No es una hoja en blanco. Soy yo mismo el que está ahí indeciso como siempre. Hay infinitas palabras esperando a ser entrelazadas para formar las trenzas que yo quiera que formen. Simplemente no se muestran porque no las cojo. Me doy cuenta de que siempre me he dedicado a pensar en los mejores cestos de mimbre en vez de encontrar los hilachos de mimbre mas pequeños para ir tejiendo poco a poco. Apago el cigarro. Cojo otra vez el bolígrafo y escribo la primera palabra... mi página ya no está en blanco.

4 comentarios

lokura -

Cris que es eso de que no estas inspirada... escribe tu primera palabra y vence a tu folio blanco, besos a mil!

CRiS -

Jops tete, no sabes lo identificada q m siento...últimamente mno estoy muy inspirada para escribir, m cuesta horrores... y eso m entristece... m gustaría q m viniera la inspiración pero no llega... sé q no debo desesperarme, q llegará como tantas otras veces ha hecho...pero cuando escribir es lo q más t gusta...desespera q no lleguen buenas ideas...aunque algunos dicen q lo bueno se hace esperar, sea con cigarro o sin :D
Me alegra q, al fin, tu hoja no quedara en blanco... saludos lokura :P

jordi -

buenisimo!!!

lokuRa -

Supongo que esto es aplicable a todo en la vida... solo con mover el pie hacia delante andas, si aumentas la velocidad corres, y si llegas a enamorarte incluso te salen alas de la espalda, la cosa sera ir haciendo cosas para que los folios de la vida no esten en blanco. Besos a toneladas!